UN GRITO
Se enredaron mis manos en tu pelo
atándolas,
cual poderoso hechizo
para que al unir nuestras bocas … ansiosas
como brazas,
dieran paso a la humedad contenida en los alientos.
Tormenta de deseos reprimidos,
nuestros cuerpos, furiosos como olas enfrentadas
evaporando ansiedades sublimadas,
deslizándose … una sobre otra, otra sobre una,
terminar fundidas … en blanca espuma culminante.
Tan blanca como el lecho,
aquél ... que guardara el secreto,
la historia oculta, misteriosa
de dos cuerpos enfrentados … como olas,
unidos … ¡en un grito!.
Jesús Macario Del Pilar Rocha
0 comentarios:
Publicar un comentario